Cuando un adolescente carece de regulación emocional y su entorno familiar se siente sobrepasado, una hospitalización puede marcar la diferencia y un nuevo comienzo.
Internación Psiquiátrica en Adolescentes: Lo Que Todo Padre o Tutor Debe Saber
En Chile la internación psiquiátrica en adolescentes se ha convertido en un punto de inflexión para muchas familias que enfrentan crisis de salud mental severas. Los adolescentes con problemas complejos necesitan un entorno seguro que les permita recuperar su estabilidad emocional y desarrollar habilidades emocionales sólidas. Cuando un adolescente carece de regulación emocional y su entorno familiar se siente sobrepasado, una hospitalización puede marcar la diferencia y un nuevo comienzo. A lo largo de este artículo explicaremos por qué la internación es una herramienta terapéutica clave, cómo se integra la familia mediante el desarrollo de habilidades parentales que les permiten afrontar esa situación y qué pasos concretos se deben seguir para mantener y mejorar los resultados en el tiempo.
¿Qué hace necesaria una hospitalización psiquiátrica? Señales en adolescentes con problemas de salud mental.
De acuerdo a la OMS 1 de cada 5 adolescentes presenta cuadros de salud mental que requieren intervención intensiva, en este contexto la internación ofrece un espacio seguro para la desintoxicación de contextos negativos, el manejo farmacológico y la aplicación de terapias intensivas. No abordar el problema, puede tener serias consecuencias en la vida del adolescente provocando autolesiones, deserción escolar y conflictividad familiar entre otras consecuencias más graves.
Durante el proceso de hospitalización, bajo procesos basados en la evidencia, el adolescente adquiere habilidades sociales y herramientas de regulación emocional que redirigen su trayectoria vital, para ello el apoyo y contención de la familia es fundamental y su participación potencia la efectividad de cualquier intervención clínica.
Antes de llegar a una crisis, el adolescente probablemente mostrará señales como: aislamiento, cambios bruscos de humor, descenso académico, consumo de sustancias, conductas purgativas o atracones de comida. Los síntomas descritos, indican que el adolescente no es capaz de regular su mundo interno. Un criterio clave es la presencia de ideación suicida o agresividad sostenida. En estos casos postergar la atención intensiva puede ser un factor de riesgo tanto para el adolescente como para su entorno cercano. Si un padre o tutor advierte que la situación sobrepasa sus capacidades, lo más urgente es acudir cuanto antes a un especialista.
Objetivos Terapéuticos y el Rol de la Familia
El proceso de hospitalización está dirigido a estabilizar al paciente en crisis, se busca fortalecer aspectos emocionales, físicos y mentales del adolescente. El eje central del proceso terapéutico es la regulación emocional, lo cual implica aprender a identificar, aceptar y modular las emociones sin caer en conductas destructivas. Paralelamente se potencian habilidades sociales como la comunicación asertiva, resolución de conflictos y empatía. La adquisición de las capacidades descritas permite al adolescente reinsertarse en su entorno con éxito.
El equipo profesional constituido por médicos, psicólogos y terapeutas actúa en sinergia, usando técnicas como la Terapia Dialéctica Conductual (DBT) y el entrenamiento en atención plena. Cada logro del paciente se mide y se tienen reportes de conducta, garantizando ajustes continuos en el proceso terapéutico de acuerdo a las necesidades y avances del adolescente, en este sentido en Clínica Los Tiempos entendemos que no basta con estabilizar al paciente, se le debe enseñar a gestionar sus emociones a largo plazo.
La familia es fundamental en la recuperación del paciente, sin habilidades parentales adecuadas cualquier progreso intrahospitalario corre el riesgo de diluirse al llegar al hogar. En Clínica Los Tiempos abordamos dentro del proceso terapéutico competencias parentales como la coherencia entre normas y afectos, el manejo del estrés y la prevención de recaídas. Las sesiones con los padres o tutores convierten al cuidador en un guía emocional que respalda al adolescente, cuando el núcleo familiar se alinea con los objetivos terapéuticos el crecimiento y evolución del paciente son notables. Es importante señalar que el tratamiento no termina con la alta clínica, en la mayoría de los casos son procesos a largo plazo donde es indispensable continuar con procesos terapéuticos y consultas ambulatorias
Clínica Los Tiempos cuenta con un equipo multidisciplinario compuesto por Psiquiatras, psicólogos, Terapeutas Ocupaciones, Nutricionistas, Enfermeras y Cuidadores, cada profesional aporta desde su disciplina a un proceso terapéutico individualizado de acuerdo con las necesidades de cada paciente. En cuanto a la infraestructura de Clínica Los Tiempos, es más que habitaciones y pasillos, es un escenario diseñado para la recuperación. Habitaciones individuales y seguras, áreas comunes altamente supervisadas, espacios verdes y salas de arte terapia crean un entorno que promueve la calma y la introspección.
La presencia de personal capacitado 24/7 reduce significativamente el riesgo de autolesiones y aumenta la detección temprana de crisis emocionales. Por otro lado, dentro de la hospitalización, se establecen normas claras que fomentan la convivencia respetuosa y la responsabilidad personal, componentes esenciales para el desarrollo de habilidades sociales y consolidación de la autoestima.
Admisión Clínica, Consideraciones, Reinserción.
La decisión de hospitalizar a un adolescente en una clínica de salud mental se basa en la gravedad de los síntomas, el riesgo inminente y la falta de resultados en esquemas ambulatorios. El proceso comienza con una evaluación integral que incluye historia clínica, entrevistas familiares y test psicológicos.
Por último, resulta de suma importancia destacar que el alta del proceso hospitalario no es el final del tratamiento, si no que una transición hacia una nueva fase del proceso terapéutico. Los planes de reinserción incluyen sesiones ambulatorias, acompañamiento familiar y seguimiento psiquiátrico periódico. En sentido a lo anterior se van definiendo logros para el adolescente como la asistencia escolar sostenida, participación en actividades extracurriculares y práctica continua de técnicas de regulación emocional. El paciente y su familia reciben recomendaciones con pautas de prevención de recaídas, líneas de emergencia y recomendaciones para dar continuidad al tratamiento.
A continuación, dejamos una serie de preguntas frecuentes acerca del proceso de hospitalización de los adolescentes:
¿Cuándo es indispensable considerar la internación psiquiátrica en adolescentes?
Cuando el adolescente presenta riesgo inminente y un doctor ha determinado que necesita un entorno seguro que permita su estabilización.
¿Qué duración promedio tiene una internación?
Varía según la gravedad y la respuesta al tratamiento, no obstante no suele sobrepasar los 45 días. El alta se determina por objetivos terapéuticos cumplidos, más que por tiempo cronológico.
¿La internación interrumpe la escolaridad?
No. Durante la hospitalización el paciente se encuentra en las instalaciones de la clínica y no puede asistir a su colegio. No obstante, los programas clínicos contemplan pautas de reinserción que aseguran la continuidad de los adolescentes una vez dados de alta, siempre y cuando hayan superado su crisis emocional.
¿Cómo se involucra la familia en el proceso?
A través de sesiones de psicoeducación y participación en terapias de familia. Su rol es crucial para sostener los logros obtenidos en la clínica.
¿Qué pasa si el adolescente rechaza la internación?
Se evalúa su capacidad de toma de decisiones y el riesgo para sí mismo o para terceros. La ley permite que un apoderado tome la decisión de internaciòn.
¿La internación psiquiátrica estigmatiza al adolescente?
El estigma se reduce cuando la familia y el entorno escolar adoptan un enfoque educativo y de apoyo. Presentar la hospitalización como un paso valiente hacia la salud evita etiquetas negativas.
¿Qué profesionales participan en la rehabilitación post-alta?
Psiquiatra, psicólogo, terapeuta ocupacional.
¿Se pueden incluir terapias complementarias?
Sí, siempre que cuenten con evidencia de apoyo y sean supervisadas por el equipo clínico para evitar interferencias con el tratamiento principal.
¿Cómo prevenir recaídas después de la internación?
Mantener la medicación, asistir a controles, practicar técnicas de regulación emocional y mantener una comunicación abierta entre familia, colegio y equipo de salud son recomendaciones.